La colección para invierno de 2016 de Turkestan es una propuesta de reedición de las Gabbeh, las alfombras nómadas de Irán más conocidas. En esta serie presentamos un conjunto de piezas Kashkuli, la categoría más fina de Gabbeh, que muestra el nivel de perfeccionamiento que han adquirido estas alfombras con el paso de los años. Nuestra intención es dirigir la mirada nuevamente hacia Irán para fijarnos en las últimas novedades de esta familia de alfombras.
Las Gabbeh son alfombras creadas por los pueblos nómadas del suroeste de Irán, concretamente las comunidades Loris, Kashgais, Khamseh, Afsharis y Bajtiaris, que habitan la cordillera de los Zagros. Tradicionalmente, estos pueblos han tejido este tipo de alfombras para su propio uso en el día a día, ya sea para cubrir los suelos de sus tiendas o para protegerse del frío durante la noche. Sobre el origen de la palabra Gabbeh se ha debatido ampliamente: algunos afirman que provendría del farsi «pelo largo»; otros lo relacionan con la palabra turca «kabah», que significa «áspero» o «tosco».
Las Gabbeh son alfombras de diseños abstractos y geométricos, sin prácticamente ornamentaciones. Esta sencillez y contundencia en los dibujos resultó especialmente rompedor en Occidente, donde fueron redescubiertas en los años 1980. Prácticamente ninguna otra familia de alfombras orientales resulta tan sobria e imprevista como las Gabbeh, ni cuenta con motivos y combinaciones de colores tan vibrantes, saturadas y aleatorias.
A pesar de su apariencia minimalista, el proceso de elaboración de estas alfombras tribales es muy complejo: empieza con la pastura y esquila de las ovejas que acompañan al poblado, y que llevan a cabo los hombres; sigue con la hilatura manual, desarrollada por las mujeres ancianas de la tribu; después, las lanas se seleccionan y se tiñen con productos naturales en tinas de agua hirviendo; a continuación se da el proceso de anudado a mano de la alfombra, que es realizado por las mujeres de la comunidad; y por último, se llevan a cabo los acabados, como el tensado, el lavado y el igualado de la lana.
Para ilustrar esta colección hemos empleado imágenes de las regiones que habitan los pueblos nómadas de las montañas del Zagros: vistas de desiertos y montañas de Irán. Pero, para simbolizar esta nueva revisión como género, hemos modificado cromáticamente las fotografías generando paisajes de colorido imposible que, como los colores de las Gabbeh, ofrecen una nueva perspectiva perceptiva.
